El Real Madrid nos hace millonarios

Si alguien se ha molestado en hacer la cuenta, sabrá que los 94 millones que el Real Madrid ha pagado por tener un nuevo jugador en su equipo,es el equivalente a un premio de lotería de 18,5 millones para cada uno de los 5.000.000 de parados que tendremos que sobrevivir el próximo invierno en España.

Señores sigan jugando , sigan comprando camisetas con un número en la espalda y un nombre de un señor millonario por correr detrás de una pelota.
Sigan creyendo en el deporte nacional, y en la cantidad de empleos que genera,
ya sabemos como engañarnos solitos a la hora de darnos un gustazo.

Yo sigo pensando que al que le gusta el fútbol juega con los amigos en su tiempo libre y no necesita ni la portería, disfruta como un enano aunque pierda el partido,
no tenga el equipo completo y nadie le aplauda lo goles.

Y si alguien piensa que no me gusta el deporte rey, está en lo cierto, además ahora
ya me da incluso vergüenza ajena de que nadie ponga freno a esta locura.

Y los políticos asistiendo a los partidos.

¿Por qué no suben los impuestos a las entradas de fútbol y dejan la gasolina para los pocos que quedan con trabajo?

Mi mundo interior

Esto es el batiburrillo que llevo dentro.
Claro que hay muchas más cosas,mucho más importantes. Pero estas son mi válvula de escape,
donde me agarro y manoseo para descargar o escapar de los malos momentos de la vida.
El mar, el campo, los libros,los animales,la pintura, la espiritualidad y cómo no? un interruptor.

Subiendome el ánimo con pinturas de guerra

Me encanta hacer experimentos. Y este,me gustaría saber que os parece.

Un día que estaba aburrida decidí ponerme delante del espejo y sacar la niña que
hay dentro de mí.
Llegaron mis hijos y me dijeron: mamááááááá otra vez te estás volviendo loca!!!!!!!
y empezamos todos a reírnos. Después sacamos la cámara para inmortalizar el momento
y ahí se quedaron las fotos en un archivo.
Ayer las encontré y decidí hacer un collage y hoy quiero compartirlo con quién quiera que pase por mi blog.

Un día como hoy

Sí. Un día como hoy, gris y con el tiempo cambiante, me llené de ganas
y saqué todo el optimismo que guardo para los malos tiempos y decidí pintar
sin un modelo, sacando de mí todos los amuletos guardados en la memoria,
todos los colores que no podía ver por la ventana y todo lo que llevaba dentro
para colgarlo de la pared y recordar algún día como hoy que el mundo está lleno de color, de vida, de deseos por cumplir.
Quizá algún día como aquel me vuelvan a entrar ganas de pintar todos esos proyectos
que tengo aparcados por todos los rincones de mi casa y entonces vuelva
a llenar la casa con olor a trementina y las camisetas de mil colores que se
escapan de mi paleta.
Pero eso será otra historia. Y espero que con más fortuna.

NO HAY CRISIS CON TRABAJO

Un mes más y el trabajo que no llega.
Si,hay crisis, claro, cuando no hay trabajo el dinero escasea,
el ambiente se enrarece y donde antes creías ver amigos ahora solo
hay gente que lucha por aferrarse a lo que otros no tienen, incluso
con vergüenza de mirar a otros en peor situación o con miedo de ponerse enfermos
con el contagio del paro.
Si, hay crisis, sobretodo de conciencia. Esa que perdemos por el
instinto de supervivencia ,que nos lleva a volvernos avaros y atesorar
aquello que sin darnos cuenta ,nos vuelve esclavos de la ignorancia
y la falta de valor para luchar por la dignidad en el trabajo.
Porque sin querer darnos cuenta nos doblegamos con el miedo
pegado a los bolsillos , dejando el camino lleno de piedras, no solo para los que lleguen después, también para nosotros mismos que seguiremos en el mismo
lugar y pisando las aguas movedizas que sin querer y queriendo nos vamos fabricando.
Pero esto de ahora no es una crisis, no, es la única forma que hemos encontrado
de mirar de frente lo que llevamos viviendo bastantes años.
Teníamos que estar en esta tesitura para poder pensar con retrospectiva y ver
que no es normal trabajar seis o siete meses al año haciendo cábalas para pasar el invierno, pero no este ,sino el de los tres próximos años, contando como verdaderos economistas cuanto se puede gastar y cuanto se debe guardar para hacer frente a los gastos de los siguientes 24 meses, teniendo en cuenta lo que te subirán los intereses, los seguros de los coches y las reparaciones imprevistas de la comunidad, claro, porque las de tu casa ya has asumido que serán para cuando te toque la lotería.
Y quién puede pensar que no le afecta en uno u otro modo?
El que no tiene trabajo y no echa la vista atrás para ver la realidad es un ignorante.
El que tiene trabajo y solo piensa en su futuro es un indolente.
Solo siendo capaces de reconocer nuestros errores podremos mirarnos a la cara sin pudor y con la valentía necesaria para echarnos una mano, primero a nosotros mismos y después a lo demás.