martes, 30 de marzo de 2010

Reencuentro postumo

Parece mentira lo que  un recuerdo compartido, algunas veces y no siempre, puede traer a nuestras vidas.
Un día, llena de melancolía, quise plasmar en este blog el recuerdo por un amigo.
La verdad es que nos dejó huella y tenía la necesidad de compartir el sentimiento con los demás.
Nadie se va si los que nos quedamos mantenemos vivo su recuerdo.
Es seguro que no volveremos a encontrarlos, ni reir sus chistes ,ni discutir sus opiniones pero nos queda saber cúal sería su opinión y su sentir. Y muchas veces las tendremos en cuenta aún sin darnos cuenta.

La sorpresa fue que una persona con el deseo inmenso de conocer y encontrar a este amigo, se encontró con mi blog. Y en el encontró al padre que andaba buscando.
Un poco tarde para los dos, realmente lo siento, parecen almas gemelas.
Ahora los dos podran descansar, uno de la busqueda y el otro porque también queria que su hijo supiese quien era él.
Yo sé que los recuerdos y la información quizás no suplan la falta de contacto familiar, pero estoy segura que llenarán un hueco y harán comprender algunos impulsos innatos que a veces no sabemos de dónde nos vienen.
Mi corazón está emocionado porque se siente participe pleno en este encuentro y lleno de alegría por
seguir la intuición y tener fé en que podría ocurrir.
Esa sensación de que alguién te quiere ver y sin intentarlo pasas por su camino, inhabitual por otra parte, para los dos.
Ahora Luis sabrá que lo conoce su hijo y esté podrá mirar la fotos de su padre . Y en el caso de que tenga preguntas sin responder, tiene alguién a quien preguntar y un camino que indagar.

VOLVER AL CAMPO

Santillán.
Nos fuimos al campo, un día de aventura.
Mi madre, mis hermanos y yo. El carril es un rio, imposible pasar con el coche, nos tocó caminar por las veredas.
Perdidos en un mar de esparragueras solo teniamos ojos para ver esparragos.
Maldición porque poco a poco fuimos cayendo al suelo.
Al final y con esfuerzo, en fila india llegamos a la casa que en su tiempo, fue de los abuelos.
Mis tios encantados con la visita nos recibieron con los brazos abiertos y su acostumbrada generosidad..
Todo está tan cambiado!
Las viñas dieron paso al monte mediterraneo, ahora los esparragos,el romero, el tomillo lo llenan todo.
El olor del oregano fresco me recuerda a mi padre.
El huerto, mucho más pequeño, me recuerda a mis abuelos y el aire fresco con el cantar del agua,los días de matanza.
Nos vamos temprano del campo pero allí se nos queda el alma y nos traemos sentimientos para vivirlos en calma.

Cruzando un riachuelo sobre un tablón.