sábado, 11 de agosto de 2012

Me gusta vivir


Hoy es el primero de mis cuatro días libres de Agosto.
A las diez de la mañana , el olor a café quemado de mi vecina , revuelto con el olor a papel de periódico me ha despertado del trance y entonces me dí cuenta de que mi café estaba medio en la taza y helado. Ufff... esta mañana ha sido genial.
Me desperté a las siete y media sin el ruido estrepitoso de la alarma de mi   móvil y me salí a dar una vuelta con el perro y a comprar pan para el desayuno. Rocky me ha dado una alegría al hacer todas sus necesidades en la calle. Hora de volver a casa y mi llave no abre el portal, jooooo, vaya  horas para esperar que salga o entre un vecino, menos mal que me quedo algo de chatarra para ir a buscar un teléfono público y llamar a casa, ya que mi porterillo no funciona hace un siglo.
Este es Rocky, mi perro
El pan estaba calentito y el periódico del viernes esperando a que lo leyese, ahí me quedé, sentada en la cocina, empapándome de lo mal que va el mundo y de lo poco que les importa a los que no tienen problemas económicos más de los que preocuparse que si sus acciones están a punto para vender con las suficientes ganancias para pagarles un buen viaje a Tanzania.
Ya un poco por despecho me tomé el café helado de mi taza y manos a la obra de limpiar la ventana de la cocina, genial ha quedado reluciente y yo hecha unos zorros porque me ha dado un tirón en la cintura, ahora no puedo moverme.
Pero no me rindo porque es mi día de descanso y pienso en darme lo que me merezco. A las doce y media me fui al supermecado y me compré el único super rodaballo de dos kilos y pico que había en la persicaria.

El rodaballo
Unas rodajas de patatas y al horno. Una ensalada de pimientos asados, otra de lechuga y un lambrusco de la marca la bellota. no os puedo explicar lo feliz que me siento, una comida en familia y una siesta en el sofá, esto es vida y no lo que me canso de soñar y nunca llega.

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