miércoles, 2 de abril de 2014

Ejercicios de reflexión en mi cocina.

La cocina y yo.




 Hoy he encontrado una de mis páginas matutinas, esas que en 2012 escribí durante algún tiempo, en la soledad de mi cocina, para descargar mi embotamiento anímico y creativo, un ejercicio que recomiendo encarecidamente a todo el que se sienta entre agobiado y deprimido.
Uvas moscatel


Mi pan casero
El rincón de los limones





  Marbella 23/6/2012

Lo mejor de mi cocina
Un poco tarde, para escribir, pero mejor que ayer que no pudo ser.
Pasó el trabajo y la borrachera del cansancio.
La obsesión por trabajar o el aburrimiento de vida que llevamos algunos, nos hace tirar de los demás como si eso fuese el único motor de la vida.
también hay que tener otras formas de sentir que no se basen únicamente en el dinero.
A veces no sabemos manejar las situaciones y creemos que arrastrar a los demás por nuestro sentido de las cosas o nuestro amor propio es bueno para los que nos rodean. Llegamos a perder el respeto a la vida o la intimidad de los otros, sin medir las consecuencias.
y no dejamos de sentirnos aludidos por las palabras ajenas sin pensar que pueden ser una broma o una forma de intentar entablar conversación sin ninguna intención de hacernos daño.
Ahora que han pasado los años y veo reacciones iguales a las que yo tenía, me reconozco tanto en la forma de actuar que comprendo mejor los errores que he cometido.
también me doy cuenta que es la única forma de aprender, que a veces tenemos, en determinadas situaciones.

Este perro sigue en sus trece de hacer sus necesidades donde le da la gana y yo sigo sin aprender a decir NO con rotundidad y conseguir llegar hasta el final.
Yo ya tuve un perro al que me costó bastante enseñar, a base de mi tiempo y mi trabajo, para el que no tenía la suficientes ganas ni energías y llegó a ser el perro favorito y lazarillo de mi padre.
Por mucho tiempo negué la posibilidad de tener otro, tomar cariño y acostumbrarme a sus necesidades y sus mimos.
Perro de agua
Al final me dejé convencer para acoger a otro, sabiendo que todo el trabajo y las responsabilidad acabaría siendo mía.
 Claro y ahora ya estamos de vuelta a las discusiones. Para nada, claro, porque el intento de que el trabajo sea compartido y empeñarme en ello, supone un gasto de energía que yo necesito.
Es posible que empeñándome en ello , alguien me eche una mano, pero esto me cansa más que cuidar del cachorro.
Roky y Nala
Claro que esto no es lo único que me preocupa, me apetece salir y no hay consenso.
Mejor un cabreo para cambiar de planes y al garete con la excursión.









Como este hubo otros mejores pero la mayoría fueron peores, algún día si os gusta la experiencia de leerlo, os dejaré otras páginas llenas de quejas, reflexiones, deseos, etc. y faltas de comas y puntos y coherencias en el escrito. Hay que tener en cuenta que es un ejercicio para el alma y no para escribir una novela.

Safe Creative #1404030521228

3 comentarios:

  1. Sabes, curiosamente, algo parecido hago yo, algunas veces en mi libreta, que siempre llevo conmigo. Es un buen ejercicio, una forma de hablarse y escucharse a la vez, cosa que no siempre ocurre cuando hablamos entre varios, porque tú sabes de la "vaguedad" que hay entre las personas para dedicarnos tiempo... Casi siempre vivimos en la nimiedad de las cosas, y que tienes tanta razón en las cosas que dejas caer..., que si las cosas urgentes y aparentes, no lo son tanto; que si el dinero lo monopoliza todo... Y a mí, lo que más me gusta es irme con mi perrita al campo y corretear, y llenarnos con el aroma de las flores...
    Me encantan tus "divagues", y disfruto leyéndote, cada vez que te encuentro y puedo. Ay...
    Un abrazo, Rosa.

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  2. Como ves Clarisa, yo no me leo cuando escribo y al rato (dos años) cuando encuentro las cosas , yo misma me digo _ Qué razón tenías.
    Si es verdad que todas estas divagaciones tenemos que dejárnoslas por escrito porque es raro hablarlo con otras personas y se nos acumulan los pensamientos y los sentimientos dentro. Es como hacer limpieza a fondo.
    Gracias guapa, algún día me gustaría tomar un café contigo, ya sabes , si vienes por Marbella acuerdate de ir a comer a Garnacha (estupendísimo) y donde tengo buenos amigos a los que puedes preguntar por mi, seguro que me encuentras antes que por e-mail

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  3. Pues te prometo, que si voy a Marbella, haré por localizarte, la verdad es que antes iba bastante, casi todos los veranos, tengo amistades en Mijas y en Benalmadena, y solía pasar algunos días ahí, en Marbella, pero el restaurante que mencionas no lo conozco, pero ya me informaré. También me encantaría tomar algo contigo y cambiar impresiones, porque me pareces una excelente persona, llena de alegría y genial escritura, que no sé si será el "duende" andaluz, el que te inspira, pero a mi me encanta.
    Un abrazo!!!

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