jueves, 17 de abril de 2014

Las torrijas caseras

A mi las torrijas no me recuerdan la Semana Santa.
Me traen olores de mi madre y mi abuela los días que mi padre se iba de caza.
Los amigos de mi padre eran cazadores más jóvenes que él y decían que volaba monte arriba y abajo como un gamo.
No me extraña nada con las dos buenas raciones de torrijas que se llevaba y con los ingredientes que le ponían. Estaban para sentarse a comer y no parar.
Torrijas con café:
Bien frito el pan lo remojaban en café bien expreso muy dulce y luego se rebozan en azúcar sin miedo.
Torrijas con vino tinto:
Igual que las anteriores pero se remojan en buen vino blanco o tinto con canela y rebozadas con mucho azúcar.
Las mías son más light.
Torrijas remojadas antes de freír. Con leche con vainilla, canela , cascara de limón, todo hervido y después de frío se bate con un huevo y un chorrito pequeño de brandy. Freímos el pan no muy mojado y se rebozan en azúcar.
Espero no repetir mucho porque dará al traste con mi dieta.
Pero quién se resiste a la tentación por una vez al año?

2 comentarios:

  1. Pues ya me diste ideas para un desayuno consistente. Me encantan las torrijas, aunque mi madre las hacía más simple, sin licores ni canela y las de café nunca las había oído. Cuánto aprendo leyéndote, Rosa. Y es que eres un libro abierto...
    Voy a proba a hacer las tuyas, ahora, para empezar la operación bikini... jeje
    Qué buena eres!

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  2. Gracias por tu visita, tan atenta siempre y con tan buen humor, ya sé que esto ha sido una provocación pero ahí están las amigas para no dejarme pecar sola, jajajja, este año aunque no se lleve creo que optaré por el trikini.

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