jueves, 28 de abril de 2016

Un tirón de orejas. 28/4

Hay días como hoy en los que me pongo protestona.
Y no es por el tiempo o las hormonas, me indigna terriblemente ver que la clase política
no sea capaz de aceptar los resultados de las urnas.
No tienen ni un ápice de responsabilidad en sus cargos y nada de respeto con los ciudadanos.
Si están ahí es por que así lo hemos decidido y en el número y orden en que han salido elegidos.
Su trabajo es dialogar y llegar a los acuerdos necesarios para formar Gobierno. No es lo que han hecho durante meses, algunos o muchos ni se han pasado por los plenos. Ahora si, cobrar han cobrado todos, incluyendo dietas y especies.
Bailaran en los sillones y en las sedes pero serán poquitos los que se vayan y eso que ya tienen claro que no los quieren.
Nuestro tiempo y nuestro dinero es el que los ha puesto ahí y como no les ha gustado el cuadro pues lo rompen y piden otro y esperan que sea a su favor.
Para mí la credibilidad la tienen por los suelos de un extremo al otro y pienso que no soy la única.
Luego la culpa de todo la tiene la crisis o la Señora Merkel y no dicen nada de lo que tienen en los cajones, que no son acuerdos , ni pactos, ni leyes. NO. Son los papeles, esos para los que no tienen explicación ni memoria.
No comprendo que solo tengan memoria para algunas cosas, las que no entran en su juego.
Hay cosas que claman al cielo.
Y entre tanto la gasolina que no baja, las energías alternativas a las que ponen trabas.
Los convenios de trabajadores con los que juegan a la canasta. El paro que no baja,
la Seguridad Social enfermita y en la cama, los médicos enfadados si tienen que dar la baja,
los medicamentos genéricos solo te mandan marcas cuando eres tu quien los pagas.
Hacienda que hace el agosto en primavera y la Educación haciendo cola en la escalera.
La verdad esto no hay quien lo entienda sólo los políticos parecen estar viviendo en una eterna fiesta.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las huellas de tu paso por aquí.