jueves, 8 de junio de 2017

Desnudando el alma. 21/5/2017

Caen los velos, caen.
Y sin pudor van desnudando
sentimientos, vicios, experiencias​.

Los hábitos que durmieron las conciencias.

Con los velos cayeron  flequillos
sobre los ojos
para ocultar la vergüenza.
Llegó el insomnio
y con el la cadencia
de acostarse para pensar,
de pensar para dormir,
de dormir para soñar.

Si, soñar.
Soñar que no fue real
el sentimiento que atormenta.

La falta de lealtad,
el oculto poder de la razón.
El influjo del corazón,
la mentira del pensamiento.
Soñar para no creer
que se oculta la verdad
bajo el telón de la normalidad
que atrapa los ojos,
arropados en lágrimas,
en el escudo del alma.

Allí, intentando perderse
tras la cortina, por la ventana,
en la hoja de un árbol,
en el pájaro que canta.

No, no te pierdas
para no contarte nada.
No te ocultes
lo que ya sabe tu alma.
La piel se desgarra
de callar las ganas,
de esconder la risa,
de ocultar miradas.

Y en el intento
por no romper nada
envuelve con suavidad
lo que los velos destapan.

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