jueves, 5 de abril de 2018

Reflejos sin espejo. 30/3/2018



Algun día tuvo que ser
que se abriera esa flor.
                                                 
En el rincón más oscuro
 de aquel viejo jardín,
escondida tras un inmenso arbusto
esperaba la flor el fin.

Y en un dia sin fecha,
sin esperarlo ni quererlo,
entró el sol arropado con lluvia y viento.
Apartando arbustos, calentando adentros.
                                                             
Abrio la flor sus pétalos
y el sol se quedó quieto,
hechizando y hechizados
por la belleza del momento.

Y en ese esperado encuentro
desaparecio el jardín.
Quedaron la flor y el sol
en un reflejo sin fin.