jueves, 29 de octubre de 2009

Como una rosa encerrada en cristal.

Rosa seca entre cristales.



Como rosa muerta encerrada entre piedras y cristal,
 así se siente.
En un mar de reflejos que no son propios,
 así se entiende.
Dormida en el tiempo y encerrada,
 así se encuentra.
Olvidada por el viento y por el agua.
Sin olor, sin color,sin dolor y sin esperanza.
En el fondo de un cajón,en una vitrina,
en el último recodo de tu alma.
Esta es la fotografía de la mirada perdida,
 de la tuya, de la mía, de la que no fue
  y quiso ser un día.

3 comentarios:

  1. Qué buena poesía! Me llevó al final en tobogán!
    Abrazo
    Jeve.

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  2. Estoy por aquí un ratito, de verdad que es muy gratificante leerte. Este poema es muy bueno, hasta el ritmo se contagia. Realmente, ¿dónde acabarán esas miradas perdidas?...

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    1. Gracias Clarisa, tus comentarios siempre me animan, me hacen sentir que no solo yo entiendo lo que digo y eso es lo que pretendo, remover los sentimientos que son tan parecidos para todos, que están dormidos y que cualquier minúsculo hecho trae de nuevo a nuestra mente.

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