viernes, 28 de febrero de 2020

20/02/2020

No hay un color 
que no me grite tu nombre,
ni una flor que no traiga
tu perfume.

No hay viento
 que no traiga tu susurro,
ni tibio sol sin tus besos.

Si miro al cielo veo tus ojos
y tu sonrisa juega
en el vuelo de los pájaros.

Quisiste desaparecer
de mi vista
y estás más presente
en cada vida.

En cada guerra 
por borrar tu recuerdo
hay un millón 
de batallas perdidas.

En cada intento 
por cortar este lazo.
no paran de abrirseme
heridas.

Ya no tengo hilo
para coser tanto roto,
no me queda olvido 
para guardar ni una foto.

Ahora tengo las manos llenas
de amor para otros,
pero perdí la costumbre
de la entrega por antojos.