Como el silencio de una composición musical.
Igual que una pregunta sin contestar.
Parece una meditación sin final.
Un tiempo muerto que no deja de respirar,
pensamientos sin identidad.
Lenta e inexorablemente en agonía.
Sin remedio, sin meta, sin final.
Con pena por no disfrutar
lo que dejas detrás.
Duelo sin lágrimas,
medios días sin pan.
Alocadas criaturas, a la carrera,
delante de ti van;
las miras con desidia
sabiendo que van a encontrar.
Nada que antes no tuvieran,
nada que mañana no tendrán.
Repitiendo los mismos esquemas
días vendrán y vendrán.
Entre risas, llantos y carreras
algunos ni los verán.
Pero sigues en la certeza de que pasará.
La rueda de la vida siempre rodando va.
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