viernes, 10 de junio de 2016

Tu ombligo contra mi ombligo


Era como un cuento eterno.
Tu ombligo contra mi ombligo,
tus ojos en mis besos,
mis latidos en tus oídos.

Calor de pasión y estío.
Pusimos play, modo rápido,
para consumirnos.
Atropellamos palabras en pausa
y volvimos al delirio.
No quedó ventana, ni pared,
ni espejo con su brillo.

Apuramos el sentir
de todo lo no vivido.
Que calor, que sed
que ventilador fundido.





Tu ya no llevas ropa,
yo todavía  el vestido.
Espera que me lo quito.
Y empezamos de nuevo
besándonos el ombligo


.

Esto no termina,
solo es el principio.
La ternura y el placer
me hacen gemir a gritos.

Como un papel, la pared.
A quién le importan los vecinos?
Si me tapas con tu piel,
 me derrito.

domingo, 5 de junio de 2016

Qué habría deseado? 19/4/2016

Margaritas para el pelo
 No sé si habría deseado alguna vez
tener tus dedos en mi pelo
y no hurgándome en los labios.

No, no lo sé.

Tampoco sé si habría preferido
tomar solo un café
o estar tus sudores provocando.
No, no lo sé.

Ni si habría preferido oir tus mentiras
 antes que sentir tus rechazos.

Y sin embargo como nada pasó
el deseo ha perdurado.
El tiempo y la rutina
dicen que matan el amor
quizás por eso
el mio sigue intacto.




Por eso me gustaría
seguir sintiendo como tus dedos
hurgan en mis labios.
Como al café le siguen
sudores provocados,
como tus manos
recorren mis costados
y sueño en tu pecho
que nos amamos.

A veces saber o no saber
solo depende de un paso,
de un sueño cumplido
o un nombre olvidado.
De querer mantener los besos
para los postres , guardados.

Amor,apego,descaro en un charco mezclado
Cuando quiero siento tus dedos
jugando con mis manos,
mi lengua en tu boca hurgando
tus dedos en mis labios.
como bajan tus besos
por mi pecho mojando el fuego
 que el deseo de tu mirada
 ha provocado.

Pero no, no lo sé,
quizás el tiempo todo
lo habría permutado.

La pasión en desidia,
el deseo en aborrecimiento,
la ilusión en mentira,
el impulso en descaro,
el amor en apego.
Todo en un charco mezclado.

No , no lo sé
pero siento tus dedos
jugando con mis manos
y algunas veces en mis sueños
tomamos café y hablamos.
Casa Soroya

Con los ojos cerrados

Llegas como siempre, avisando
Te presentas entre sueños
Susurrando, susurrando, susurrando.
Ya estoy aquí, ya he llegado.

Y yo contesto susurrando,
Con los ojos cerrados
Y el corazón acelerado:
Ya lo sé, ya te he soñado.