martes, 7 de marzo de 2017

Romanticismo político

Siempre he sido una romántica , y la verdad, no muy política.
Cuando era mucho más joven que ahora ,  pensaba que había gente muy válida, con grandes valores y con mucho interés por trabajar por los demás. Personas inteligentes , con espíritu e intenciones de cambiar el mundo de forma que fuera más equitativo en el reparto de bienes, servicios y trabajo.
De igual manera que pensaba que también era imposible que estás personas pudieran trabajar en puestos de gran responsabilidad, sin cambiar sus prioridades, dentro de organizaciones o partidos políticos, ya que estos se mueven por intereses que están por encima de los intereses individuáles o particulares, más aún cuando estos defienden el bien común.
Ahora ya sé que incluso aquellos que quisiesen o pudiesen hacer un trabajo loable serían unos proscritos a los que se les pondrían grandes trabas incluso para hacer un trabajo en solitario o a pequeña escala.

En estos momentos ,en los que  hacerlo mal aunque requiera un mayor esfuerzo, es lo que se premia, vivimos en una continua carrera por ser el más corrupto, el que más roba y más engaña. Ya que el éxito está en vivir mejor a costa de los demás y por consiguiente esto está recompensado con mejores puestos en la sociedad, mejores sueldos, más reconocimiento público, mayores excenciones fiscales y menores penas judiciales.

Todo un reconocimiento a lo que es ser un delincuente siempre que no se desprenda del traje , la corbata y el portafolios..
Un ejemplo a seguir para nuestros jóvenes.

Ya no vale coger unas naranjas al vecino, comerte una chocolatina en el super o montar un escándalo en el bar del barrio, no, esto te puede llevar a la ruina, a pagar grandes multas o incluso a la cárcel. Depende quien te quiera tocar los c.....s  desviando así la atención hacia ti, en vez de hacia un pecesito más gordo.
Ahora lo que se lleva es hacerlo a lo grande, engañar y manipular desde las altas esferas.
No valen los atracos nocturnos, en la calle oscura del barrio. Ahora el atraco se hace mediante facturas de servicios imprescindibles como la luz, el gas , la gasolina, la sanidad, hacienda, las transmisiones patrimoniales, el IVA, el IBI,la cultura y la enseñanza.
Ahora lo que se lleva es que no bebas, ni comas, ni vivas, ni protestes. Solo trabaja para los que pensábamos incompetentes políticos.
Ah no! Son en extremo inteligentes, pero no para trabajar por el pueblo que los vota y los mantiene, no, trabajan para ellos y la élite a que pertenecen.
Es decir, lo mismo de siempre. Esto se dio desde tiempo inmemorial pero antes era más claro, más descarado o incluso más natural, es lo que había y se acabó. Ahora pretenden hacernos creer que como nosotros los votamos todo depende de nosotros.

Y ahora una piensa: para qué pasaron años de duro trabajo, de luchas, de emancipación , de estudio y de evolución? Para qué años de reconocimiento, de confianza , de acatar leyes, de palmaditas en la espalda , de reconocer derechos y deberes?

Nos han llevado como borregos por las veredas que han querido, nos han hecho pastar de sus sobras para su merecimiento y engrandecimiento. Hemos corrido de sus perros, solo para llegar a sus abrevaderos y encontrar sus recompensas.
Hemos escuchado sus silbidos como cantos de sirena y ahora nos encontramos en sus corrales berreando y sin fuerzas para saltar sus vallas.

Adiós romanticismo porque ahora , ya, por no creer, no creo ni que sea real lo que veo
Es posible incluso que no haya  ni lobos bajo sus pieles de cordero.
Todos títeres de unos, muy pocos, titiriteros.

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