El momento se pierde en pensar en el futuro y acabo sin vivir ni el hoy ni el mañana.
Ahora me siento a pensar y no soy capaz de ver lo que me rodea, perdida en cosas por hacer, ideas, proyectos y soluciones para el siguiente minuto de mi vida
.Ni este momento en el que escribo pacifica mi alma perdida.
En otros tiempos escribir ponía quietud y sosiego en mis días, ahora todo son, sin descanso, días.
Mi espíritu creativo está encerrado bajo montañas de quehaceres, sin un momento para expresarse y relajar mi mente inquieta.
Turbas de nombres, palabras sin sentido, noticias tristes, imágenes y sonidos enturbian el cristal de mi ventana.
Me quedo ciega , está claro que no quiero ver nada.
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