Niños que corren y juegan a duras penas por las inclemencias del tórrido agosto en un pueblo de interior.
Ajetreo de gentes trabajadoras. Conversaciones de bar con olor a paella y tabaco.
Orden y concierto en la rutina de cada día.
La canasta |
Una llamada:
-Samaaariii,Juaniiitoooo, Toooniioooo--Tooñiiiitooo.
Venid,venid que ya llega Trinidad.
Trinidad, esa señora vieja, gorda -de anchas caderas- y mal, muy mal hablada.
Simpática y sonriente con su canasta de chumbos.
Falda larga y delantal;sudorosa y cansada de tirar de su pesada carga,- bajo el sol de la mañana- cuesta arriba y cuesta abajo.
Pide un plato y saca su vieja y oxidada navaja.
AY DIOS! Y comienza la fiesta.
Tres niños...? - No , tres niños y todo el que se quiera acercar -que es su negocio-, disfrutando del espectáculo de verla pelar los chumbos , -sin tocarlos y sin llenarse de espinas.
Ese olor dulce y fresco.
Ese sabor entre mango y pera-miel, deshaciendose en la boca y bajando por la garganta, que pide más. -Pura glotonería-.
Esa sabia psicología para saber ¿qué color y qué sabor? te va a gustar.
Eligiendo ella, en cada momento, al consumidor.
Segura estoy que tan duro trabajo fue recompensado muchas veces solo con mirar la cara de felicidad que en los demás conseguía .
Ahora sé , en lo más profundo, que no sólo era el beneficio económico que obtenía , sino la pasión por hacerlo, lo que le reportaba ganancias.
Esas ganancias que no tenía que compartir ni repartir con su gran y necesitada familia, esas que al final del día se llevaba a la cama y la llenaban de alegría para afrontar un nuevo día.
Allí donde esté, rodeada de dulce olor a verano, seguro que maldice y sonrie con su buena amiga María.
Perdona por no estar amiga mia.
ResponderEliminar¿que te cuento de los chumbos?
ese olor, esa textura en la boca, esas manos llenas de pinchos, a mi padre como los pelaba y como nosotros no dejabamos que se llenara el plato, y mi padre diciendo que los chumbos atrancan.
Feliz año guapa que tengas tantas alegrias como pipas hay en una canasta de chumbos.
un beso