No hay nada como abrir un libro , al que vaya tu mano, leer unas líneas o unos párrafos y darte cuenta que toda la verdad que buscas está escrita para otros personajes y en otras circunstancias.
Todo se repite hasta el infinito y no nos damos cuenta que no somos más que títeres interpretando una obra añeja y aclamada, quizás compleja y elaborada pero que siempre lleva como bandera la esperanza del débil y la maldad del fuerte, enturbiando las decisiones acertadas para dejar a cada uno, siempre,en el mismo lugar sin remisión.
Así,en una continua rueda de acontecimientos, en los que a veces crees que tu intervención es de alguna importancia; cuando esa es la estrategia justa para conseguir de ti lo que quieren.
Compras la lotería con la esperanza de hacerte rico y el gobierno sigue engordando sus arcas a costa de la bondad de tu esperanza.
Trabajas más duro para que tu empresa no quiebre y mantenga tu puesto de trabajo, mientras ellos te bajan las indemnizaciones y te culpan de los pocos beneficios.
Te hacen importante solo para su propio beneficio.Y nuestra única importancia, es hacer positivos en las cuentas bancarias de los que nos explotan. Efímera importancia. Como las nubes del mes de Agosto.
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