Tus ojos pusieron miel en mis venas
acelerando mi corazón.
Y con fina cadena.
colgaste en mi recuerdo , tu voz.
Mis manos leían en tus labios
la vida y la pasión.
Y en una inmensa hoguera
nos quemamos los dos.
Ahora sigue ardiendo una llama
a la que regresamos tu y yo.
Nunca volvemos juntos
pero sigue oliendo a amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Las huellas de tu paso por aquí.