Restaurante Beach Club, Hotel Coral Beach |
Grandes toldos con ventanas de plástico transparente,dejan pasar el gris color del cielo;
Luz blanquecina que emborrona el azul petróleo del mar en calma.
La temperatura, entre húmeda y cálida, imperceptible al cuerpo humano, no altera la reacción corporal de agrado ni desagrado.
El leve movimiento de las palmeras, contrasta con la quietud del mar; que parece una alfombra tendida al final del paseo, que corona la pedregosa y minúscula playa.
Sería una bonita foto para el recuerdo, si...sentados ante un café, la tristeza de la despedida no fuese como las lágrimas del día, que caen a través del entramado de cañas que hace de tejado.
Tarde anodina; sin sobresaltos, sin destellos de luz ni sombras; sin nada que destacar, ni hacer sentir la vida. Excepto esos pícaros gorriones, que con un alegre piar y un vuelo rasante, pasan
sobre las mesas, en el transcurrir de un tiempo que nadie sabría decir, si son horas o minutos.
El color del día ha congelado el tiempo, y en él, todo lo vivo y muerto.
Aquí estoy para darte un abrazo , no diré nada solo te daré un beso y pido a DIOS que sientas en este abrazo que todo pasara, te lo digo yo que he pasado por noches oscuras ...
ResponderEliminarBesos a tu sensible Corazón desde el mio
Me fije en visitantes y fui la numero 333 que alegria :) no te puedes imaginar lo que significa para mi el 333
ResponderEliminarDios esta contigo eso te lo aseguro